lunes, 20 de diciembre de 2010

Gitanos en España

[editar] Llegada a España
En España se cree que llegaron hacia 1415, dispersándose y viajando después por todo el país. Las relaciones entre la población local y los gitanos fueron en general buenas durante el siglo XV.[3] Sin embargo, a partir de 1469, con la llegada al trono de los Reyes Católicos, la situación cambió radicalmente, presumiblemente a causa de la búsqueda de la homogeneidad cultural en España, lo cual era la característica propia de la unión de las dinastías hispánicas. Las autoridades dieron a los gitanos un plazo de dos meses para que tomaran un domicilio fijo, adoptaran un oficio y abandonasen su forma de vestir y sus costumbres, o pena de expulsión o esclavitud. Se buscaba la unificación de los súbditos en toda la Península, siendo el ideal al alcanzar la centralización del poder político, la existencia de una única religión, una única lengua, una única cultura y, por consiguiente, una única manera de ser. De tal manera, Las Cortes de Castilla de 1594 emitieron un mandato tendiente a separar a los «gitanos de las gitanas, a fin de obtener la extinción de la raza».[3] Vaticinando la política de las prácticas de esterilización que seguirían otros monarcas europeos de la Edad Moderna. En 1633, una pragmática negó a los gitanos el carácter de nación y prohibió incluso el uso del término gitano en el reino.

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